Luego de haber dado 100 shows en su exitosa residencia musical en Las Vegas, Adele cerró una etapa memorable en su carrera que ha dejado una huella imborrable en sus admiradores, por lo que se mostró sumamente agradecida y al borde del llanto.
Desde hace dos años, la británica ha ofrecido conciertos los fines de semana en el escenario del Caesars Palace, con capacidad para cuatro mil personas.
Sin embargo, hace unos meses la cantante confesó que esta experiencia había sido completamente agotadora para ella, anunciando un retiro indefinido de la música una vez terminara la residencia.