Buenos Aires Trap, el festival masivo de dos días que tuvo lugar este último fin de semana, fue otro hito consagratorio para la “escena urbana” argentina. Habituada a superar récords y pegar asombrosos saltos cuantitativos, la movida (heterogénea, inorgánica, no lineal, como cualquier filo-sub-cultura; pero movida al fin) jugó por 48 horas el juego de los grandes festivales de pop y rock,
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