La reapertura del caso sobre la muerte de Matthew Perry por parte de la Drug Enforcement Administration (DEA) y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, hace apenas unas semanas, habría descubierto una red de drogas dentro del “corazón” de Hollywood.
Y es que a pesar de que la Oficina del Médico Forense del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) reveló, en semanas anteriores, que el actor había perdido la vida por los “efectos agudos de la ketamina”, además de otro medicamento como la buprenorfina así como el ahogamiento y la enfermedad coronaria que sufría,