David Bisbal, el icónico cantante español, se despidió de Madrid en una noche apoteósica en el WiZink Center, marcando el cierre de un año excepcional. Con una carrera de 20 años en la música celebrada en toda España y América, Bisbal ha cautivado a diversas audiencias, desde adolescentes hasta padres de familia, consolidándose como un artista para todos.
El concierto, que inició con la energía arrolladora de ‘Ajedrez’, destacó la versatilidad y la conexión única de Bisbal con su audiencia. Vestido con un pantalón negro y chaqueta verde de terciopelo, Bisbal hizo vibrar al Wizink con éxitos como ‘Torre de Babel’, ‘Lloraré las penas’, y ‘Camina y ven’.
Uno de los momentos más emotivos llegó con ‘Mi princesa’, dedicada a sus hijas Ella y Blanca, donde Bisbal compartió la inspiradora historia de cómo la canción ha tocado los corazones de muchas personas, incluida una niña en silla de ruedas.
El repertorio incluyó éxitos como ‘Me siento vivo’, ‘Ruido’, ‘Ay, ay, ay’, y un Medley romántico dedicado a su hermano José María. El concierto culminó con un animado Medley de colaboraciones que hizo que el WiZink Center bailara sin parar.
Al agradecer a Madrid y a su equipo, Bisbal anunció su despedida con clásicos como ‘Corazón latino’ y ‘Bulería’, recuperando canciones que se había cansado de interpretar pero que han vuelto a deleitar a sus fanáticos. La velada cerró con la inmortal ‘Ave María’, recordando a todos por qué Bisbal siempre será “nuestro, de todos”. Con esta despedida apasionante, David Bisbal cierra un año para la historia y se prepara para nuevos horizontes en 2024.
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