“En mi vida tuve la inmensa dicha de conocer increíbles músicos y de muchos puedo decir que son amigos entrañables. Pero hay uno que me enseñó desde que éramos muy pibes que la música era amor, pasión, sensibilidad, felicidad y que por sobre todas las cosas era respeto: respeto a todos los músicos que nos inculcaron este fascinante arte y gracias a sus canciones nos llenaron el alma y nos hicieron intentar la vida caminando el mágico camino de las melodías con sus poesías”,
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